Aprendizajes de un exit: cultura, liderazgo y futuro según Mike Santos

En un panel moderado por Alejandro Esperanza , Miguel Santos compartió en profundidad el recorrido de Technisys , el impacto emocional del liderazgo y su visión sobre el futuro de la educación y la inteligencia artificial.
Una visión 10 años adelantada
Technisys nació en 1996, cuando Internet era apenas una promesa. “Nos adelantamos una década”, dijo Mike. Tocaban puertas de bancos que no sabían qué era Internet, mucho menos e-banking. Lo que los sostuvo: una convicción casi terca, algunos clientes pioneros (como Deutsche Bank) y un modelo de ingresos apoyado en servicios recurrentes que acompañaban la evolución del producto. La venta a SoFi se concretó en 2022 de forma 100% remota, en plena pandemia. “No hubo ni handshakes. Todo fue virtual.” Sin embargo, el cierre fue simbólicamente real: hubo celebración en Argentina con el equipo, los fundadores, inversores y el comprador.
“Dormía como un bebé. Me despertaba cada dos horas y lloraba.” Citando a Ben Horowitz, Mike reveló que incluso con buenos números, el desgaste emocional fue real. “La ansiedad está ahí, aunque no se vea.” Confesó haber atravesado una crisis personal importante, producto de la presión sostenida. Recordó haber estado trabajando el contrato de la Serie B un 31 de diciembre, con su familia esperando en la playa. “Fue un momento tenso, pero era la realidad.” Ahí puso en primer plano la importancia de hablar con la pareja y la familia: que sepan, que acompañen, que elijan también.
Después del exit: transición y legado
Permaneció dos años en la compañía para asegurar la transición, proteger al equipo, cuidar la experiencia del cliente y acompañar al comprador. Hoy, desde Madrid, sigue vinculado como advisor y promotor del crecimiento en Europa.
Educación e inteligencia artificial: lo que viene
Uno de los momentos más profundos de la charla llegó cuando habló de educación. Mike es profesor en Henry, beca estudiantes en ciencias exactas en Argentina y eligió un modelo educativo alternativo para sus propios hijos. La educación lo atraviesa.
“Estamos educando como si estuviéramos en los 90s”, dijo. Cuestionó la pasividad del modelo tradicional, donde se memoriza lo que dice un profesor y se evalúa con una prueba. Planteó la necesidad urgente de introducir aprendizaje activo, colaborativo, conectado, que incorpore lo mejor de la tecnología disponible: desde el aula invertida hasta la gamificación del conocimiento.
Y fue un paso más allá: propuso aprovechar el «dopamine effect» de las plataformas sociales, ese mecanismo que nos mantiene enganchados al scroll, para activar aprendizajes significativos. “Hay una oportunidad enorme si sabemos usar eso para el bien. Sobre todo con niños.”
Sobre la IA fue directo: “No estamos listos. Y no estamos haciendo lo necesario para estarlo.” Expresó preocupación por su potencial uso destructivo en manos equivocadas y por el impacto sobre los trabajos intelectuales. Mencionó que el ingreso básico universal no es solo una idea futurista, sino algo que podría necesitar anticipación.
A los emprendedores les dejó un mensaje directo: “Si te están valorando por el producto, metele más. Es lo mejor que te puede pasar.”
La cultura de una empresa no debe ser emergente, sino diseñada. En Technisys lo hicieron de forma deliberada: con un offsite de 20 personas del management, donde imaginaron juntos los valores que querían vivir. El resultado fue implementado al lunes siguiente.
Recomendó también contar con un coach involucrado, con miembros independientes en el board y con redes como Endeavor. Aprender de otros, dejarse mirar desde afuera, y formarse. “Los cursos de liderazgo y habilidades blandas en Stanford me cambiaron. La cultura se puede diseñar.”
En el manifiesto de Technisys había una historia simple:
“Un pueblo iba a buscar agua con baldes. Hasta que uno propuso hacer una cañería. Al principio lleva más tiempo, pero después… el agua llega sola.”
El mensaje: construir sistemas repetibles. Invertir en procesos que escalen. Identificar las «cañerías» del negocio.
La historia de Mike Santos no es solo la de un exit. Es la de una construcción de largo plazo, con visión, errores, decisiones difíciles, cultura compartida y una humanidad presente en cada paso.
Hacé cañerías. No solo lleves baldes.